El documento «Directrices y principios para la práctica: evaluación, diagnóstico, y tratamiento y servicios de apoyo para personas con discapacidad intelectual y problemas de conducta» presenta una serie de enfoques integradores para la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de las dificultades de conducta y en él se discuten los aspectos organizativos del sistema de atención sanitaria. La Asociación Europea para la Salud Menal en Discapacidad Intelectual ha decidido realizar esta versión para reflejar la prácitca actual en los diferentes países europeos.
Algunas de las características más importantes que definen este documento son la posición central que tiene la discapacidad, la consideración del entorno de la persona, la combinación de aspectos teóricos y prácticos y las recomendaciones dirigidas al sistema organizativo.
Según el documento, historicamente se consideraba que los problemas de comportamiento se producían por una discapacidad intelectual del individuo. Una vez que se reconoció que las personas con problemas de conducta también podían tener enfermedades mentales, los profesionales asumieron que dichos problemas eran síntomas de una enfermedad mental. En la actualidad se consideran fenómenos específicos, con formas de presentación y mecanismos de manifestación concretos. Por lo tanto, hay que distinguir los problemas que afectan a esta población, y necesitan recibir el cuidado y tratamiento adecuados por parte de los profesionales de los servicios de atención y salud.